A continuación te detallamos la información de los productos de Disfruta & Verdura que van en nuestras cajas de la semana del 20 al 24 de marzo:
- Acelga larga: Esta semana volvemos a tener acelgas de penca blanca de nuestra huerta ecológica. Tiernas y muy sabrosas. Si quieres preparar una ensalada muy sencilla puedes hervirlas, dejar que se enfríen, trocear las acelgas, añadir frutos secos –almendras, piñones, avellanas…- y aliñar con aceite de oliva virgen y limón.
- Ajo: La tradición popular y la ciencia moderna atribuyen al ajo grandes propiedades terapéuticas. Y es sobre todo, un ingrediente básico de la cocina mediterránea. Prueba este ajo de agricultura tradicional majando en el mortero miga de pan remojada en vinagre blanco, unos dientes de ajo, sal y aceite, hasta conseguir una salsa cremosa. Muy sabrosa para carne y pescado.
- Alcachofa: La temporada de la alcachofa alcanza su cénit y a medida que los días se alargan, se van agotando las cosechas en la huerta ecológica. Aprovecha ahora el tiempo de la alcachofa y su exquisito sabor. Pruébalas hacerlas al microondas durante 14 minutos a máxima potencia, aliñándolas con sal, pimienta y un chorro de aceite de oliva virgen extra. Quedan tiernas y su corazón es una explosión de sabor delicioso.
- Berenjena: Esta semana las berenjenas ecológicas también nos llegan de la huerta de José Manuel, un productor amigo del sur. Son de la variedad llamada ‘negra bombilla’, en referencia a su color y a su forma. Antes de cocinarlas se las suele hacer “sudar”, es decir cortar, salar y dejar en un colador para que pierdan la acidez. Una alternativa es cortarlas y sumergirlas unos 5 minutos en un bol con agua y una cucharadita de vinagre blanco.
- Calabacín: Te proponemos una idea para escabechar este exquisito calabacín ecológico con salvia. Sofríe salvia con ajo picado y al final, añade una cucharada de vino blanco y apaga el fuego. Corta los calabacines en bastoncitos de unos 5 cm y fríelos. Ponlos en una fuente, deja que se enfríen y cúbrelos con un gran vaso de vino blanco, medio vaso de vinagre blanco y el sofrito de salvia y ajo. Deja reposar en la nevera por lo menos unas 12 horas.
- Calabaza: Tenemos varias parcelas sembradas de calabaza en nuestra huerta ecológica. La pulpa tiene un bonito color naranja y un sabor suave y dulce, por eso suele gustar a los niños. Si quieres que las legumbres y otras verduras les resulten más atractivas las puedes combinar con calabaza. Así, los pequeños se van acostumbrando a una alimentación variada.
- Calsot: Los servimos en manojos de 10, 15 y 25 unidades, según el tipo de caja que escojas. El calsot es una variedad de cebolla tardía que cultivamos en nuestro huerto ecológico durante la temporada invernal. Toma su nombre de la práctica de amontonar tierra sobre los brotes nacidos de la cebolla (se “calzan” con tierra) para conseguir tallos blancos de unos 20 cm de longitud. Se suelen tomar con salsa romesco, un sabroso condimento hecho con tomate, frutos secos, ajo, ñora, aceite y vinagre.
- Cardo: Los cardos pertenecen a la misma familia de las acelgas aunque tienen más prestigio culinario, sobre todo en el norte donde son muy populares. Los cultivamos en nuestra huerta ecológica y estamos viendo que cada vez tienen más aceptación. Para prepararlos hay que quitarles las hojas ya que se consume sólo el tallo. Los cortamos en trozos de unos 10 cm y les quitamos los filamentos con un cuchillo afilado o un pelaverduras. Luego los hervimos en una olla con abundante agua salada, hasta que estén blandos (unos 45 mins). Ya están listos para hacerlos como más te gusten: por ejemplo, salteados con jamón o gratinados al horno con bechamel.
- Cebollas: Continuamos con las dos variedades más populares de cebolla de agricultura tradicional, la Recas, que es la de mayor difusión, con su característica forma redondeada y color dorado cobrizo de su piel, y la cebolla morada, con forma ligeramente achatada, capas exteriores moradas e interior con una tonalidad más pálida. Si quieres picar o cortar cebolla sin llorar, hay varios trucos y ninguno consiste en usar gafas de submarinista porque lo que produce la irritación es un gas que libera al cortarla y entra por la nariz al respirar, no va directo a los ojos. Prueba a poner la cebolla en el congelador un rato antes, o a cortar bajo el extractor para que aspire el gas.
- Cebolla tierna: Es la misma que la que conocemos como cebolla seca, cosechada un poco antes, con los tallos verdes y con el característico bulbo que da forma a las cebollas. Tiene un sabor más suave y menos picante que el de la cebolla seca. También se la conoce como cebolleta, aunque esta denominación corresponde a una variedad similar que no forma bulbos.
- Col Kale: La Kale es una variedad de la berza que se ha hecho famosa porque la recomiendan estrellas de Hollywood, especialmente las fans de la alimentación saludable. Nosotros hemos recuperado su cultivo en la huerta ecológica desde hace varios años. Si escuchamos a los nutricionistas, nos sorprenderemos, porque esta variedad ha pasado a engrosar la lista de los llamados superalimentos, es decir alimentos que concentran grande propiedades nutricionales y benéficas para la salud. Una sola taza de col Kale contiene 6 gramos de carbohidratos totales (incluyendo 2 de fibra), 3 gramos de proteína y sólo 33 calorías y la grasa vegetal presente en esta “super col” es el ácido graso omega-3 también llamado «ácido alfa-linolénico». Además de ser muy baja en calorías, es uno de los alimentos con mayor densidad de nutrientes que existen.
- Col Lombarda: También se la conoce como col morada, por el color que la distingue. La hemos comenzado a cosechar en nuestra huerta ecológica en estos días, ya que la lombarda y el invierno van de la mano. En algunas zonas del país, es un ingrediente típico de las comidas navideñas. Muy apreciada por su sabor ligeramente dulce, se puede incluso tomar cruda en ensalada.
- Coliflor: Cosechada en la huerta ecológica, esta coliflor blanca es tierna y exquisita. Si quieres evitar que desprenda olor, aquí tienes algunos trucos para evitar o por lo menos reducir el olor y disfrutar más de su sabor: echa un chorro de leche cuando rompa el hervor, o añade al agua unas semillas de comino, que además le darán un ligero sabor. Otro consejo habitual es hervir las flores con poco agua o hacerlas al vapor para conservar mejor todas sus propiedades.
- Col Picuda: Se reconoce por su forma característica acabada, en “pico”, también se la denomina “corazón de buey”. La cultivamos en nuestra huerta ecológica para cosecharla en otoño e invierno que es cuando están en su mejor momento. Tiene un sabor más delicado que la col habitual y se puede hacer en ensaladas. Por ejemplo, cortada en juliana y aliñada con aceite, vinagre (poco), sal, pimentón, comino y ralladura de piel de naranja. Una receta antigua y sabrosa.
- Coliflor Romanesco: Es un cruce muy logrado entre la coliflor blanca y el brócoli, que hemos cosechado en nuestra huerta ecológica. Esta variedad se creó en Italia en el siglo XVI. De hecho, el nombre romanesco hace referencia a su origen romano. Verás que tiene un aspecto y un color atractivos. El sabor es suave, ligeramente dulce y exquisito. Se cocina como sus primos la coliflor y el brócoli y, como no nos cansamos de repetir, cuando las verduras son tan buenas la mejor manera de degustarlas es con preparaciones sencillas, al vapor o hervidas.
- Espinacas baby: Las “baby” son las espinacas cosechadas cuando la hoja aún es pequeña y más tierna. Son de agricultura tradicional y como todas las verduras frescas y tiernas necesitan cocciones breves para mantener todo su sabor y nutrientes. También se pueden tomar crudas en ensalada o hacer un pesto, sustituyendo la albahaca por hojas de espinaca baby y los piñones por almendras cridas peladas. Un diente de ajo, aceite de oliva, queso parmesano y si quieres, dos o tres hojas de albahaca, batidora hasta conseguir una consistencia cremosa y ya tienes un delicioso condimento para tus espaguettis.
- Fresón: El clima tan variable que tenemos en las últimas semanas, en la que pasamos de fríos intensos a temperaturas primaverales con intermedios de tormentas dificulta el cultivo de frutas y hortalizas, especialmente de las más delicadas. El fresón sin ir más lejos es una de las frutas más sensibles; en el cultivo y el transporte hay que tener un especial cuidado. La mayoría de los fresones suelen ser del principio de la primavera aunque hay algunas variedades precoces de agricultura tradicional que se comienzan a cosechar en pleno invierno, a finales de diciembre como los que te hacemos llegar en estos días. Disfrútalos con nata, zumo de naranja, macerados en vinagre e incluso en ensaladas o en este curioso pincho que hemos descubierto: pincha en un palillo, medio fresón, un boquerón y media aceituna verde y aliña con aceite de oliva virgen. El contraste de sabores es muy rico.
- Guisantes: Esta semana volvemos a tener guisantes frescos que ha cosechado para nosotros un productor especializado en agricultura ecológica de Andalucía. Son dulces y su sabor es exquisitamente delicado. Prepara una pasta integral corta, saltea los guisantes en aceite (AOVE), y aliña la pasta con un poco de mantequilla, escamas de queso parmesano y si tienes, unas hojas de rucola o de menta fresca.
- Hierbas aromáticas: En el huerto ecológico reservamos un rincón para las plantas aromáticas que dan sabor a nuestra cocina mediterránea. Plantamos perejil, romero, tomillo, salvia, orégano, menta, etc.
- Judía Perona: Esta sabrosa variedad es de cultivo ecológico. Pruébala en escabeche: primero las hierves (al dente), las escurres, las pasas por hueveo y harina, las sofríes en abundante aceite y las vas poniendo en una fuente. Cuando acabas, sin apagar el fuego, echas en el aceite unas hojas de laurel, unas ramas de tomillo y unos granos de pimienta negra. Apaga el fuego tira un chorro de vinagre y échalo por encima de las judías.
- Kiwi: El kiwi se ha convertido en una fruta habitual de los desayunos saludables. Según los expertos el consumo de uno o dos kiwis verdes al día, tomados a primera hora del día, ayuda a prevenir el estreñimiento. Esta variedad de cultivo ecológico tiene un alto contenido en fibra y vitamina C que aceleran el tránsito intestinal. El kiwi toma su nombre del simpático pajarillo de pico largo y sin alas, que es el símbolo nacional de Nueva Zelanda. Este país fue el primer productor del mundo en el siglo XX y contribuyó a su difusión. De hecho, a los neozelandeses se les conoce popularmente cono “kiwis”. Hoy el esta fruta deliciosa se cultiva también en nuestro país con muy buenos resultados.
- Lechuga Hoja de Roble roja: La Hoja de Roble ofrece dos variedades de lechuga: la roja y la verde. La roja tiene las hojas un poco más irregulares que la verde, y ambas son dulces y sabrosas, ligeramente crujientes. Se trata de una lechuga ecológica delicada, que una vez cosechada aguanta poco tiempo y conviene conservarla en la nevera. Un truco para que las hojas recobren su aspecto fresco es sumergirlas por un instante en agua caliente y luego aclararlas con agua fría (nos lo enseñó un fotógrafo especialista en alimentos).
- Lechuga Maravilla: Aunque hay una variedad que se cultiva durante todo el año, esta lechuga es típica del invierno, sembrada y cosechada en nuestro huerto ecológico. Tiene un cogollo denso, hojas gruesas, grandes, rizadas, de color verde que se van volviendo rojizas en las puntas. Su textura es crujiente y es muy jugosa y dulce pero con un toque ligeramente áspero. Una idea interesante: añade unas hojas de lechuga cortadas en juliana a una tortilla de patatas y cebolla.
- Limón: El limón es un exquisito condimento en la cocina, que permite preparar una infinidad de recetas y sustituir al vinagre en los aliños de ensaladas. Incluso la ralladura de la piel se utiliza para dar sabor por ejemplo mezclada con ajo y perejil picado, añadido a las carnes al final de la cocción. Este limón de agricultura tradicional te dará mucho juego. Prueba este truco cuando hagas un crema de verduras: al final de la cocción cuando vayas a batir los ingredientes, añade el zumo de medio limón exprimido. Le da un toque genial.
- Mandarina: Nuestras mandarinas ecológicas te llegarán con hojas verdes frescas, la mejor manera de comprobar que están recién cosechadas y no han pasado por tratamientos. Disfruta de su jugoso sabor dulce.
- Manzana Golden: Ya la conoces, es una de las variedades de manzana de cultivo tradicional más populares del mundo. Tiene una forma redondeada y un color que va del amarillo dorado a una tonalidad ligeramente verde. Se utiliza mucho en ensaladas y en la preparación de pasteles.
- Naranjas zumo: Un zumo al día da fuerza, salud y alegría, reza el dicho popular. Lo cierto es que la vitamina C de una naranja ecológica recién exprimida es un gran aliado de la salud para prevenir resfriados y aumentar los antioxidantes.
- Ñora: La Ñora es una pedanía de Murcia, a unos 6 km del centro de la ciudad, que ha dado nombre a este popular producto, ya que antiguamente en esa zona se cultivaban grandes cantidades del pimiento redondo, que secado al sol, hoy conocemos como “ñora”. Es de agricultura tradicional y tiene múltiples usos. Se utiliza para elaborar pimentón y en el Levante, para dar sabor a los arroces y paellas. La mejor forma de aprovechar su pulpa es hervirlo unos minutos, retirar la carne con un cuchillo y añadirla a los sofritos.
- Patata Agria: Esta variedad de agricultura tradicional es la más adecuada para freír. Disponer de patatas agrias para freír es condición indispensable pero no suficiente para lograr una patata frita excelente. Según los especialistas se debe recurrir a la técnica de la doble fritura. Primero se fríen con el aceite a temperatura más baja durante unos 5 minutos, se dejan enfriar y luego, en el momento de servir se las vuelve a pasar dos minutos por el aceite, está vez a temperatura más alta, para que queden crujientes por fuera y cremosas por dentro. Si quieres conseguir patatas fritas sin freírlas prueba con el horno: corta estas patatas de agricultura tradicional en bastones como para freír, las sumerges 10 minutos en agua para que suelten el almidón, las retiras y secas bien con un paño, luego las pones en la bandeja del horno untadas con aceite de oliva; asas durante 25 minutos al horno precalentado a 200º y cuando estén tiernas subes la temperatura a 250º durante 5 minutos más hasta que están doradas y crujientes.
- Patata Monalisa: La proverbial versatilidad de esta variedad explica su gran difusión. Es una patata de agricultura tradicional apta para todo tipo de cocciones. Si las vas a hervir, recuerda que sumergidas en el agua perderán sus vitaminas y nutrientes hidrosolubles, por lo que te recomendamos que las hagas al vapor y si es posible sin pelarlas, ya que es la mejor manera de conservar todas las sustancias nutritivas.
- Patata Red Pontiac: Muy reconocible por su piel roja, es una variedad que se creó en el siglo XX en los EEUU. Es ecológica Toma el nombre de un jefe indio canadiense que se rebeló contra la opresión de los ingleses en el año 1763. La red Pontiac es una patata especial para hervir y asar y también para freír.
- Pera Conference: Existen decenas de variedad de peras que se diferencia por sus características. El sabor varía de dulce a agridulce, la pulpa de dura a mantecosa, de lisa a granulosa y de ligeramente aromática a muy aromática. Probablemente la más popular en Europa, es la pera Conferencia, de sabor dulce, con una pulpa firme y jugosa. Las nuestras se cultivan mediante agricultura tradicional en la cuenca del Cinca. Si al tocarlas notas que están duras, déjalas fuera de la nevera un par de días. Cuando las presiones con los dedos y sientas que la pulpa tiende a ceder, están listas para ofrecerte todo su sabor.
- Plátano: Si os fijáis en las retransmisiones de los partidos de tenis, cuando los jugadores se sientan entre un set y otro, muchas veces sacan un plátano y comen un trozo (Rafa Nadal lo hace casi siempre). Un estudio de una universidad americana demostró que comer un trozo de plátano cada 15 minutos durante una competición es igual de eficaz y más saludable que una bebida isotónica para recuperar los elementos que pierde el organismo al realizar esfuerzos intensos y prolongados. Ya lo sabes: cuando hagas deporte, llévate uno de los plátanos ecológicos que recibes en tu caja para recuperarte mejor.
- Pomelo: Es un cítrico muy rico en fibra y vitamina C que, además de un zumo muy sabroso, da mucho juego en la cocina, tanto en postres como en platos salados. Aquí tienes una idea para saborear este pomelo de cultivo tradicional: una ensalada de lechuga, manzana y queso azul con una vinagreta hecha con el zumo de un pomelo, aceite de oliva virgen, una pizca de azúcar y otra de canela.
- Puerros: Los hemos y los servimos cortados, con sólo la parte blanca que es lo que se consume habitualmente, y enteros, con la parte verde, que se puede utilizar para caldos y cocidos, en la cocina de aprovechamiento. El sofrito de puerro es la base tradicional del risotto. Con un puerro, un vaso de vino blanco, unas cuantas tazas de caldo de cocido y parmesano rallado, puedes hacer un risotto antológico.
- Radicchio: En nuestro huerto ecológico cultivamos la variedad de radicchio más similar a la endibia. De hecho se la conoce también como endibia roja. El nombre radicchio de origen italiano denomina diferentes variedades de esta familia pariente de las lechugas, escarolas y endibias, entre ellas la achicoria. La endibia roja o radicchio de nuestra huerta es crujiente y tiene un sabor entre dulce y amargo. Se puede consumir en ensalada como una endibia o, por ejemplo, cortar en juliana, saltear y servir como acompañamiento.
- Tomates maduro en rama: Especial para preparar sofritos aunque la calidad y el sabor de estos tomates ecológicos los hacen aptos también para ensaladas. Su colorido rojo intenso y las ramas verdes que lo acompañan nos recuerdan a las imágenes más bonitas de la huerta.
- Tomate ensalada: Esta variedad especial para ensalada es de producción ecológica. Tiene una textura crujiente y un sabor ligeramente dulce. A veces tienen un colorido verde, porque se cosechan en el momento óptimo justo antes de que enrojezcan. Ese color no significa que aún no estén maduros, están listos para consumirlos y disfrutar de su textura crujiente y su sabor intenso.
- Tomate de colgar: El tomate de colgar se ata en ristras como su nombre indica para poder colgarlo, es una variedad que puede conservarse fresco durante varios meses tras haberlos recogido de la mata. Son de agricultura tradicional, sabrosos y jugosos. En la antigüedad eran muy valorados porque permitían disfrutar del sabor del tomate fresco fuera de temporada. En la actualidad han recobrado gran prestigio y son muy demandados.
- Tomate RAF: El RAF es la estrella de los tomates de invierno. Su sabor intenso es inconfundible. De agricultura tradicional, es una variedad relativamente joven, que nació en la Vega de Almería en los años ‘70. Allí, el invierno es duro, las aguas salinas y la tierra poco generosa. Los campesinos cruzaron distintas variedades buscando un tomate para cultivar al aire libre, capaz de resistir las inclemencias de la zona. Así descubrieron un tomate que combate la salinidad del agua generando más azúcares, resiste a los ataques de los hongos y, al permanecer más tiempo en la mata, porque el frío ralentiza su crecimiento, concentra más sabor.
- Verduras para el caldo: De la huerta ecológica directas a la olla para prepares un gran caldo casero: nabo, chirivía, apio, col, puerro y zanahoria. SI buscas alguna alternativa al caldo tradicional, puedes hacer una sopa de verduras o un minestrone, añadiendo beicon en dados y alubias.
- Zanahorias: Se conservarán mejor si las guardas en la nevera con las hojas del manojo. Nuestras zanahorias son ecológicas y puedes servirlas tanto en crudo como cocidas brevemente para hacer más asimilable el betacaroteno. Una manera sencilla de hacer un acompañamiento es hervir las zanahorias, pelarlas y cortarlas en rodajas finas que luego salteas en mantequilla con un toque de nuez moscada y decoradas con un poco de perejil.