Información de los productos del 6 al 10 de febrero

A continuación te detallamos la información de los productos de  Disfruta & Verdura  que van en nuestras cajas de la semana del 6 al 10 de febrero:

  • Acelga larga: Esta semana el frío se alternó con la lluvia y continuó afectando a los cultivos de frutales y hortalizas. No sin dificultades, hemos insistido en las tareas del campo para defender las plantas más delicadas y preparar la tierra para nuevas siembras. La proximidad del Mediterráneo evita muchas heladas en nuestra huerta ecológica pero las bajas temperaturas hacen mella. A pesar del clima, continuamos cosechando la acelga de penca blanca que una semana más ha salido muy buena.
  • Aguacate: Es un cultivo ecológico de las plantaciones de la Costa Tropical, la franja costera situada entre Málaga y Granada, que tiene un microclima muy adecuado para la producción de estos frutos. Las principales propiedades benéficas del aguacate se deben a su contenido de ácido graso linoléico y omega 3, las llamadas grasas buenas que inhiben la producción de colesterol. A esto se suman los antioxidantes que frenan los radicales libres y las vitaminas A, D y E. Un alimento sabroso y saludable que en ocasiones puede sustituir a la mantequilla y que te tiene múltiples usos en la cocina, especialmente en las ensaladas, además de ser el ingrediente básico del popular guacamole mejicano.
  • Ajo: La tradición  popular y la ciencia moderna atribuyen al ajo grandes propiedades terapéuticas. Y es sobre todo, un ingrediente básico de la cocina mediterránea. Prueba este ajo de agricultura tradicional en majando en el mortero miga de pan remojada en vinagre blanco, unos dientes de ajo, sal y aceite, hasta conseguir una salsa cremosa. Muy sabrosa para carne y pescado.
  • Alcachofa: La alcachofa es un producto del invierno y como tal, agradece el frío, pero sin excesos evidentemente. Hemos estado cosechando alcachofas sembradas en zonas más reparadas de nuestra huerta ecológica. Son exquisitas, sobre todo cuando llegas a degustar al corazón, un festival de sabor. Puedes hacerlas al microondas durante 14 minutos a máxima potencia, aliñándolas con sal, pimienta y un chorro de aceite de oliva virgen extra.
  • Alubias: Estas judías blancas ecológicas nos las envía un agricultor amigo de León especializado en legumbres. Pertenecen a la variedad denominada “blanca redonda” o “blanca de manteca” y se envasan en bolsas biodegradables.
  • Apio: El apio es originario de la cuenca del Mediterráneo y se ha comprobado su presencia en la vida cotidiana de sus habitantes desde tiempo remotos. La planta es bianual y muy resistente. Sembramos apio en nuestra huerta ecológica desde un principio porque es un cultivo que se nos da muy bien. Recuerda que tiene usos muy variados: reserva las hojas para el caldo y usa los tallos para ensaladas, como la de manzana, lechuga, apio y nueces. También puedes preparar un aliño picando finamente un poco de apio y  cebolleta, añadiendo aceite de oliva y vinagre balsámico.
  • Berenjena: Esta semana las berenjenas ecológicas también nos llegan de la huerta  de José Manuel, un productor amigo del sur. Son de la variedad llamada ‘negra bombilla’, en referencia a su color y a su forma. Antes de cocinarlas se las suele hacer “sudar”, es decir cortar, salar y dejar en un colador para que pierdan la acidez. Una alternativa es cortarlas y sumergirlas unos 5 minutos en un bol con agua y una cucharadita de vinagre blanco.
  • Calabacín: Te proponemos una idea para escabechar este exquisito calabacín ecológico con salvia. Sofríe salvia con ajo picado y al final, añade una cucharada de vino blanco y apaga el fuego. Corta los calabacines en bastoncitos de unos 5 cm y fríelos. Ponlos en una fuente, deja que se enfríen y cúbrelos con un gran vaso de vino blanco, medio vaso de vinagre blanco y el sofrito de salvia y ajo. Deja reposar en la nevera por lo menos unas 12 horas.
  • Calabaza: Tenemos varias parcelas sembradas de calabaza en nuestra huerta ecológica. La pulpa tiene un bonito color naranja y un sabor suave y dulce, por eso suele gustar a los niños. Si quieres que las legumbres y otras verduras les resulten más atractivas las puedes combinar con calabaza. Así, los pequeños se van acostumbrando a una alimentación variada.
  • Calsot: Los servimos en manojos de 10, 15 y 25 unidades, según el tipo de caja que escojas. El calsot es una variedad de cebolla tardía que cultivamos en nuestro huerto ecológico durante la temporada invernal. Toma su nombre de la práctica de amontonar tierra sobre los brotes nacidos de la cebolla (se “calzan” con tierra) para conseguir tallos blancos de unos 20 cm de longitud. Se suelen tomar con salsa romesco, un sabroso condimento hecho con tomate, frutos secos, ajo, ñora, aceite y vinagre.
  • Cardo: Los cardos pertenecen a la misma familia de las acelgas aunque tienen cada vez más prestigio culinario, sobre todo en el norte donde son muy populares. Los cultivamos en nuestra huerta ecológica y están gustando mucho. Para prepararlos hay que quitarles las hojas ya que se consume sólo el tallo. Los cortamos en trozos de unos 10 cm y les quitamos los filamentos con un cuchillo afilado o un pelaverduras. Luego los hervimos en una olla con abundante agua salada, hasta que estén blandos (unos 45 mins). Ya están listos para hacerlos como más te gusten: por ejemplo, salteados con jamón o gratinados al horno con bechamel.
  • Cebollas: Continuamos con las dos variedades más populares de cebolla de agricultura tradicional, la Recas, que es la de mayor difusión, con su característica forma redondeada y color dorado cobrizo de su piel, y la cebolla morada, con forma ligeramente achatada, capas exteriores moradas e interior con una tonalidad más pálida. Si quieres picar o cortar cebolla sin llorar, hay varios trucos y ninguno consiste en usar gafas de submarinista porque lo que produce la irritación es un gas que libera al cortarla y entra por la nariz al respirar, no va directo a los ojos. Prueba a poner la cebolla en el congelador un rato antes, o a cortar bajo el extractor para que aspire el gas.
  • Col Kale: La Kale es una variedad de la berza que se ha hecho famosa porque la recomiendan estrellas de Hollywood, especialmente las fans de la alimentación saludable. Nosotros hemos recuperado su cultivo en la huerta ecológica desde hace varios años. Si escuchamos a los nutricionistas, también nos sorprenderemos, porque esta variedad ha pasado a engrosar la lista de los llamados superalimentos, es decir alimentos que concentran grande propiedades nutricionales y benéficas para la salud. Una sola taza de col Kale contiene 6 gramos de carbohidratos totales (incluyendo 2 de fibra), 3 gramos de proteína y sólo 33 calorías y la grasa vegetal presente en esta “super col” es el ácido graso omega-3 también llamado «ácido alfa-linolénico». Además de ser muy baja en calorías, es uno de los alimentos con mayor densidad de nutrientes que existen.
  • Col Lombarda: También se la conoce como col morada, por el color que la distingue. La hemos comenzado a cosechar en nuestra huerta ecológica en estos días, ya que la lombarda y el invierno van de la mano. En algunas zonas del país, es un ingrediente típico de las comidas navideñas. Muy apreciada por su sabor ligeramente dulce, se puede incluso tomar cruda en ensalada.
  • Coliflor: Cosechada en la huerta ecológica, esta coliflor blanca es tierna y exquisita.  Si quieres evitar que desprenda olor Aquí tienes algunos trucos para evitar o por lo menos reducir el olor y disfrutar más de su sabor: echa un chorro de leche cuando rompa el hervor, o añade al agua unas semillas de comino, que además le darán un ligero sabor. Otro consejo habitual es hervir las flores con poco agua o hacerlas al vapor para conservar mejor todas sus propiedades.
  • Escarola rizada: Las plantas de esta exquisita variedad de nuestra huerta ecológica se atan con esparto de manera que las hojas centrales, al no recibir luz solar, se blanquean, pierden su sabor amargo original y quedan dulces y tiernas. Las hojas exteriores más verdes se consumen también, sobre todo las más tiernas. Prueba una original tortilla cortando en juliana y salteando las hojas que descartes al hacer una ensalada. Luego haz la tortilla como siempre, salpimentando. Tiene un ligero sabor amargo y delicioso a la vez.
  • Espinacas baby: Las “baby” son las espinacas cosechadas cuando la hoja aún es pequeña y más tierna. Son de agricultura tradicional y como todas las verduras frescas y tiernas necesitan cocciones breves para mantener todo su sabor y nutrientes. También se pueden tomar crudas en ensalada o hacer un pesto, sustituyendo la albahaca por hojas de espinaca baby y los piñones por almendras cridas peladas. Un diente de ajo, aceite de oliva, queso parmesano y si quieres, dos o tres hojas de albahaca, batidora hasta conseguir una consistencia cremosa y ya tienes un delicioso condimento para tus espaguettis.
  • Fresón: Ya está aquí una de las frutas más deseadas y deliciosas del invierno. La mayoría de los fresones suelen ser del principio de la primavera aunque hay algunas variedades precoces de agricultura tradicional que se comienzan a cosechar en pleno invierno, a finales de diciembre. No sólo con nata se disfrutan los fresones. Puedes incluso degustarlos en ensaladas o en este curioso pincho que hemos descubierto: pincha en un palillo, medio fresón, un boquerón y media aceituna verde y aliña con aceite de oliva virgen. El contraste de sabores es muy rico.
  • Guisantes: La temporada de guisantes frescos es corta, por eso hay que aprovecharla al máximo. Nos los envía nuestro amigo Francisco, agricultor especializado en cultivos ecológicos. Son muy tiernos y dulces. Una cocción breve –hervidos o salteados- es la mejor manera de disfrutar de su delicado sabor.
  • Hierbas aromáticas: En el huerto ecológico reservamos un rincón para las plantas aromáticas que dan sabor a nuestra cocina mediterránea. Plantamos perejil, romero, tomillo, salvia, orégano, menta, etc.
  • Hinojo: Hasta hace poco, esta hortaliza no se consumía mucho en nuestro país. Pero su sabor suave y dulce, ligeramente anisado y su textura crujiente están logrando que el hinojo gane una gran cantidad de adeptos, que aprecian los sabores de la buena cocina. Lo hemos cosechado en la huerta ecológica y para limpiar el bulbo, tienes que quitar las hojas exteriores más duras, que puedes reservar para el caldo, mientras que el tallo, en especial las pequeñas hojas verdes, se suelen utilizar para aromatizar pescado al horno. Te proponemos una idea para ensalada: corta el hinojo en rodajas finas y naranja en dados (quitando todo lo blanco), añade aceitunas negras y alcaparras y aliña con aceite de oliva virgen y sal.
  • Judía Perona: Esta sabrosa variedad es de cultivo ecológico. Pruébala en escabeche: primero las hierves (al dente), las escurres, las pasas  por hueveo y harina, las sofríes en abundante aceite y las vas poniendo en una fuente. Cuando acabas, sin apagar el fuego, echas en el aceite unos hojas de laurel, unas ramas de tomillo y unos granos de pimienta negra. Apaga el fuego tira un chorro de vinagre y échalo por encima de las judías.
  • Kalets: En la huerta ecológica estamos innovando, buscando siempre nuevos cultivos y recuperando variedades que la agricultura intensiva ha abandonado por motivos comerciales. Este año hemos comenzado a sembrar una nueva hortaliza, fruto del cruce entre las coles de bruselas y la col Kale, llamadas “kalets”.  Son pequeñas, versátiles, fáciles de cocinar y tienen un aspecto muy bonito además de un sabor exquisito, fresco, ligeramente dulce con toques de nuez.
  • Kiwi: El kiwi se ha convertido en una fruta habitual de los desayunos saludables. Según los expertos el consumo de uno o dos kiwis verdes al día, tomados a primera hora del día, ayuda a prevenir el estreñimiento. Esta variedad ecológica  tiene un alto contenido en fibra y vitamina C que aceleran el tránsito intestinal. El kiwi toma su nombre del simpático pajarillo de pico largo y sin alas, que es el símbolo nacional de Nueva Zelanda. Este país fue el primer productor del mundo en el siglo XX y contribuyó a su difusión. De hecho, a los neozelandeses se les conoce popularmente cono “kiwis”. Hoy el esta fruta deliciosa se cultiva también en nuestro país con muy buenos resultados.
  • Lechuga Hoja de Roble roja: La Hoja de Roble ofrece dos variedades de lechuga: la roja y la verde. La roja tiene las hojas un poco más irregulares que la verde, y ambas son dulces y sabrosas, ligeramente crujientes. Se trata de una lechuga ecológica delicada, que una vez cosechada aguanta poco tiempo y conviene conservarla en la nevera. Un truco para que las hojas recobren su aspecto fresco es sumergirlas por un instante en agua caliente y luego aclararlas con agua fría (nos lo enseñó un fotógrafo especialista en alimentos).
  • Limón: El limón ecológico es un exquisito condimento en la cocina, que permite preparar una infinidad de recetas al horno o sustituir al vinagre en los aliños de ensaladas. El color amarillo dorado del limón que nos recuerda al sol, hace que en muchas culturas esta fruta haya tenido un carácter sagrado.
  • Mandarina: Nuestras mandarinas ecológicas te llegarán con hojas verdes frescas, la mejor manera de comprobar que están recién cosechadas y no han pasado por tratamientos. Disfruta de su jugoso sabor dulce.
  • Manzana Golden: Esta es una de las variedades de manzana de cultivo tradicional más populares del mundo. Tiene una forma redondeada y un color que va del amarillo dorado a una tonalidad ligeramente verde. Se utiliza mucho en ensaladas y en la preparación de pasteles.
  • Naranjas zumo: Un zumo al día da fuerza, salud y alegría, reza el dicho popular. Lo cierto es que la vitamina C de una naranja ecológica recién exprimida es un gran aliado de la salud para prevenir resfriados y aumentar los antioxidantes.
  • Ñora: La Ñora es una pedanía de Murcia, a unos 6 km del centro de la ciudad, que ha dado nombre a este popular producto, ya que antiguamente en esa zona se cultivaban grandes cantidades del pimiento redondo, que secado al sol, hoy conocemos como “ñora”. Es de agricultura tradicional y tiene múltiples usos. Se utiliza para elaborar pimentón y en el Levante, para dar sabor a los arroces y paellas. La mejor forma de aprovechar su pulpa es hervirlo unos minutos, retirar la carne con un cuchillo y añadirla a los sofritos.
  • Patata Agria: Esta variedad de agricultura tradicional es la más adecuada para freír. Disponer de patatas agrias para freír es condición indispensable pero no suficiente para lograr una patata frita excelente. Según los especialistas se debe recurrir a la técnica de la doble fritura. Primero se fríen con el aceite a temperatura más baja durante unos 5 minutos, se dejan enfriar y luego, en el momento de servir se las vuelve a pasar dos minutos por el aceite, está vez a temperatura más alta, para que queden crujientes por fuera y cremosas por dentro. Si quieres conseguir patatas fritas sin freírlas prueba con el horno: corta estas patatas de agricultura tradicional en bastones como para freír, las sumerges 10 minutos en agua para que suelten el almidón, las retiras y secas bien con un paño, luego las pones en la bandeja del horno untadas con aceite de oliva; asas durante 25 minutos al horno precalentado a 200º y cuando estén tiernas subes la temperatura a 250º durante 5 minutos más hasta que están doradas y crujientes.
  • Patata Monalisa: Patatas nuevas ecológicas que nos envía desde Málaga nuestro amigo José. Esta es una de las variedades de patata más populares por su versatilidad, ya que se puede utilizar en todo tipo de cocciones.
  • Pera Conference: Esta variedad nació en Inglaterra el siglo XIX y se presentó oficialmente en la Conferencia Nacional de Peras Británicas de 1895, de ahí el nombre “Conference” o “Conferencia”.  En poco tiempo, conquistó Europa por su dulzura y jugosidad y porque se conservan muy bien. Pronto se convirtieron en la variedad de peras más consumida en todo el continente. Las nuestras, cultivadas mediante agricultura tradicional en la cuenca del Cinca,  se recogen a  lo largo del otoño, comenzando en septiembre.
  • Plátano: Si os fijáis en las retransmisiones de los partidos de tenis, cuando los jugadores se sientan entre un set y otro, muchas veces sacan un plátano y comen un trozo (Rafa Nadal lo hace casi siempre). Un estudio de una universidad americana demostró que comer un trozo de plátano cada 15 minutos durante una competición es igual de eficaz y más saludable que una bebida isotónica para recuperar los elementos que pierde el organismo al realizar esfuerzos intensos y prolongados. Ya lo sabes: cuando hagas deporte, llévate uno de los plátanos ecológicos que recibes en tu caja para recuperarte mejor.
  • Pomelo: Es un cítrico muy rico en fibra y vitamina C que da mucho juego en la cocina, tanto en postres como en platos salados. Aquí tienes una idea para saborear este pomelo de cultivo tradicional: una ensalada de lechuga, manzana y queso azul con una vinagreta hecha con el zumo de un pomelo, aceite de oliva virgen, una pizca de azúcar y otra de canela.
  • Puerros: Los hemos cosechado en el huerto ecológico y los servimos cortados, con sólo la parte blanca que es lo que se consume habitualmente, y enteros, con la parte verde, que se puede utilizar para caldos y cocidos, en la cocina de aprovechamiento. El sofrito de puerro es la base tradicional del risotto. Con un puerro, un vaso de vino blanco, unas cuantas tazas de caldo de cocido y parmesano rallado, puedes hacer un risotto antológico.
  • Tomates maduro en rama: Especial para preparar sofritos aunque la calidad y el sabor de estos tomates ecológicos los hacen aptos también para ensaladas. Su colorido rojo intenso y las ramas verdes que lo acompañan nos recuerdan a las imágenes más bonitas de la huerta.
  • Tomate ensalada: Esta  variedad especial para ensalada es de producción ecológica. Tiene una textura crujiente y un sabor ligeramente dulce. A veces tienen un colorido verde, porque se cosechan en el momento óptimo justo antes de que enrojezcan. Ese color no significa que aún no estén maduros, están listos para consumirlos y disfrutar de su textura crujiente y su sabor intenso.
  • Tomate de colgar: El tomate de colgar se ata en ristras como su nombre indica para poder colgarlo, es una variedad que puede conservarse fresco durante varios meses tras haberlos recogido de la mata. Son de agricultura tradicional, sabrosos y jugosos. En la antigüedad eran muy valorados porque permitían disfrutar del sabor del tomate fresco fuera de temporada. En la actualidad han recobrado gran prestigio y son muy demandados.
  • Tomate RAF: El RAF es la estrella de los tomates de invierno. Su sabor intenso es inconfundible. De agricultura tradicional, es una variedad relativamente joven, que nació en la Vega de Almería en los años ‘70. Allí, el invierno es duro, las aguas salinas y la tierra poco generosa. Los campesinos cruzaron distintas variedades buscando un tomate para cultivar al aire libre, capaz de resistir las inclemencias de la zona. Así descubrieron un tomate que combate la salinidad del agua generando más azúcares, resiste a los ataques de los hongos y, al permanecer más tiempo en la mata, porque el frío ralentiza su crecimiento, concentra más sabor.
  • Verduras para el caldo: De la huerta ecológica directas a la olla para prepares un gran caldo casero: nabo, chirivía, apio, col, puerro y zanahoria. SI buscas alguna alternativa al caldo tradicional, puedes hacer una sopa de verduras o un minestrone, añadiendo beicon en dados y alubias.
  • Zanahorias: Se conservarán mejor si las guardas en la nevera con las hojas del manojo. Nuestras zanahorias son ecológicas y puedes servirlas tanto en crudo como cocidas brevemente para hacer más asimilable el betacaroteno. Una manera sencilla de hacer un acompañamiento es hervir las zanahorias, pelarlas y cortarlas en rodajas finas que luego salteas en mantequilla con un toque de nuez moscada y decoradas con un poco de perejil.