Batido de Chirimoya: un postre potente: tienes que pasar por la batidora 2 yemas de huevo, 1 cucharada sopera de azúcar moreno, 2 de ron añejo (opcional) y la pulpa de 2 chirimoyas (una vez retiradas las pepitas). Añades una pizca de nuez moscada y jengibre rallado para aromatizar, y un chorro de crema de leche. Una vez batido, lo sirves en copas y espolvoreas chocolate negro rallado por encima.
Champiñones: prepara unas brochetas vegetales con champiñones y verduras que tengas en casa: calabacín, puerro, pimiento, berenjena… También puedes ponerles colas de gamba o de langostino. Cuando estén cocinadas, alíñalas con aceite de oliva virgen, hierbas y salsa de soja.
Espinacas: prepara una quiche, con huevo, bacon, cebolla y requesón; o unas espinacas salteadas con pasas y piñones; o una crema con un poco de zanahoria, puerro y patata; o un buen potaje con alubias o garbanzos…
Calabaza: prueba esta original crema para untar que se toma como aperitivo: calabaza asada en el horno (la cortas a trozos medianos y le puedes quitar la piel una vez asada), mezclada con un poco de yogur natural y mantequilla de cacahuete. La puedes servir con pan tostado o bastoncitos de verdura (apio, zanahoria). Si prefieres pelarla antes, te será más fácil si le das un golpe de microondas para que se ablande.
Granada: para desgranarla pártela por la mitad, sujétala sobre un cuenco y golpea la cáscara con un objeto contundente, así los granos se sueltan y caen dentro del cuenco. Acaba la operación con una cucharilla. Es muy rica en antioxidantes y está deliciosa, tanto en postres como en ensaladas (por ejemplo: con lentejas, atún escabechado, piñones tostados y un poco de cebolleta muy picada).