Todos sabemos la importancia de seguir una dieta equilibrada para los niños y, por eso, esperamos que los comedores escolares les sirvan platos sanos y ricos en vitaminas. Pero los niños solo pasan una parte de su tiempo en el cole. Necesitamos por ello, además de comprobar la calidad del menú escolar, controlar lo que comen en casa. Son los padres, sobre todo, los que deben asegurarse de proporcionar más frutas y verduras a los niños, y menos bollería y dulces. Un plan alimenticio diario perfecto para complementar el menú escolar sería:
– El desayuno
Es fundamental asegurarse de que los niños se levanten con el tiempo suficiente para desayunar bien, ya que influye tanto en su estado nutricional como en su rendimiento académico. Un buen desayuno debe aportar sobre un 20% de la alimentación diaria, y debe ser completo y variado; debe incluir lácteos, frutas y cereales (pan, galletas).
A media mañana, se recomienda algo ligero (sin superar el 10-15% de las calorías diarias) y que no quite el hambre para la comida. Lo ideal es darles frutas a los niños, o algunas galletas o pan, pero no recurrir a la bollería.
– La merienda
Opciones de meriendas saludables son: bocadillos, lácteos y frutas. La merienda no debe ser excesiva, hay que tener en cuenta que debe aportar solo un 10-15% de las calorías diarias.
– La cena
Para una dieta equilibrada, los niños no solo deben comer todos los grupos de alimentos, sino complementar lo que ya han tomado al mediodía en el cole. La cena debe aportar un 25% de la comida diaria y debe ser ligera para un buen descanso.
Es mejor huir de formas de cocinado calóricas y apostar por recetas a la plancha o al horno. Es recomendable que la cena incluya verduras y hortalizas y alternar patatas, cereales, arroz o pasta y carnes, pescados o huevo. Para terminar es recomendable tomar frutas o lácteos.
Una buena forma de garantizar que tus niños siguen una dieta equilibrada es conocer de antemano el menú escolar, antes de planificar la compra semanal.