Entre los nutrientes que contiene esta hortaliza destaca el agua como componente mayoritario proporcionando que su contenido calórico sea muy bajo. Pero lo que caracteriza el tomate es su contenido en vitaminas antioxidantes que te ayudarán a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro.
La vitamina C, presente también en las frutas cítricas, se encuentra en el tomate en grandes cantidades, siempre y cuando lo consumas crudo ya que se oxida con el calor,con la luz y el contacto con el aire.
Sobre los componentes antioxidantes presentes en el tomate, los más destacables son los carotenos, responsables de darle su color rojo tan característico. A destacar entre ellos la pro-vitamina A y el licopeno. Ambos se encuentran en el tomate en cualquiera de sus formas de preparación y de consumo. La pro–vitamina A terminará convirtiéndose en vitamina A dentro del organismo y te ayudará a tener una piel más sana, bonita e hidratada y a desarrollar correctamente las funciones de la retina para una buena visión.
El licopeno potencia el sistema inmunológico ayudando a reducir los niveles de colesterol LDL (el más dañino) en sangre.
La vitamina E es la otra vitamina antioxidante que tiene el tomate, ya que además de tener una función protectora del organismo, junto a otros antioxidantes, ésta vitamina también desarrolla un papel importante en la hidratación de la piel y las mucosas internas.
Por último a destacar, la fibra presente en un tomate mediano puede ser de aproximadamente 3 gr. de este nutriente. Por ello cuando se consume, genera una sensación de saciedad después de la comida y además ayuda a tener un intestino más sano.
Fuente: www.todoensaladas.com