Ándale manito, que aperitivo tan rico. Ahora que es tiempo de recibir a la familia en casa, te proponemos una versión adaptada de la salsa guacamole. Se sirve con nachos, los tríangulos de tortilla de maíz que en México llaman totopos, pero sobre unas tostaditas también queda muy rico. La receta se salta un poco la ortodoxia para que no tengas que buscar ingredientes difíciles.
Ingredientes:
- 3 aguacates
- 1 cebolleta
- 2 tomates
- ½ Pimiento verde
- 1 Guindilla (opcional, si lo quieres picante)
- 1/2 limón (o lima)
- Unas hojas de Cilantro fresco (opcional)
- Sal
Preparación:
- Picamos la cebolleta y el pimiento muy muy finos (si vamos a poner guindilla, la picamos).
- Pelamos y quitamos las semillas de los tomates, y también los picamos muy finos.
- Si queremos poner cilantro, conviene recordar que el sabor es fuerte y hay que poner poco (1/2 cucharadita) bien picado.
- Pelamos los aguacates: los cortamos en posición vertical por todo su alrededor, hasta llegar al hueso. Separamos las dos mitades, cogiendo una con cada mano y girándolas en sentido opuesto. Para quitar el hueso, le damos un golpe seco con el filo del cuchilo de modo que se clave un poco, giramos un poco el cuchillo y el hueso se soltará con facilidad. Con la ayuda de una cuchara separamos la carne de la piel del aguacate.
- Troceamos la carne del aguacate en cuadrados pequeños, la ponemos en un bol, añadimos el zumo de ½ limón y trabajamos con un tenedor para conseguir una textura irregular.
- Añadimos el resto de ingredientes, una pizca de sal y mezclamos bien con el tenedor y… ¡listo para servir! Si lo vas a guardar en la nevera, cúbrelo con film porque el aguacate se oxida con el aire y tiende a ponerse oscuro.