Las flores de calabacín, como muchas otras, son comestibles y muy apreciadas en países como Francia e Italia. De alegre color amarillo, florecen con la llegada del verano.
Hay muchas formas de saborearlas: se pueden freír tipo tempura al estilo japonés, se pueden hacer pizzas con mozzarella, tomate y anchoa, se pueden rellenar con queso, foie o carne picada y también se pueden hacer unos buenos spaghetti como estos que te proponemos:
- Pon a hervir agua con sal
- Pela y machaca un diente de ajo.
- Corta finamente 6 flores de calabacín a lo largo.
- Mientras cueces la pasta (250 gr para 3 personas), calienta un poco de aceite de oliva virgen en una sartén grande, añades el ajo, unas hebras de azafrán, una punta de guindilla y las flores. Remueve bien a fuego suave durante 2 minutos.
- Cuando la pasta esté al dente, la cuelas y la incorporas a la sartén. Le das 1 minuto de fuego vivo mientras lo mezclas todo bien.
- Sírvela de inmediato con parmesano rallado.