Categorías
Agricultura ecológica Sostenibilidad

Bolsas vegetales sí, de plástico no

Muchas de las frutas y verduras vienen en bolsas dentro de nuestras cestas. Pocos saben que esas bolsas están hechas de fécula de patata, es decir que se producen con materia prima vegetal. Son biodegradables y compostables, un proceso que imita la Naturaleza y minimiza la huella ambiental. Pero, ¿por qué utilizamos bolsas?

La sostenibilidad medioambiental se basa en el equilibrio entre los sistemas de producción y los recursos naturales, en una relación armónica entre la sociedad y la Naturaleza. Para que esto sea posible, debemos tomar decisiones a diario, basándonos en la voluntad de frenar el deterioro, en el conocimiento que la ciencia genera y en el menos común de los sentidos, el sentido común. El uso que hacemos de las bolsas es un buen ejemplo. Nuestras bolsas permiten mantener los niveles de humedad y proteger los vegetales conservando sus propiedades durante más tiempo. De este modo no sólo llegan en las mejores condiciones sino que duran más. Por eso conviene guardar los productos en la nevera dentro de las bolsas. 

Éstas contribuyen a prolongar el tiempo de aprovechamiento evitando desperdicio alimentario. Puedes comprobarlo haciendo la prueba de la lechuga. Guarda en la nevera dos lechugas iguales, una dentro de su bolsa y la otra sin bolsa. Verás la diferencia. La lechuga en bolsa durará varios días más en mejores condiciones.

En el huerto de Disfruta & Verdura desde hace tiempo tomamos la decisión de alcanzar el objetivo plástico cero. Fuimos pioneros en el uso de bolsas alternativas al plástico, años antes de que se fijara la normativa europea para eliminar las bolsas y los objetos de plástico de un solo uso que tanto están afectando a la contaminación marina. Empezamos con bolsas hechas a partir de almidón de maíz y ahora utilizamos bolsas vegetales de fécula de patata para envasar la fruta y verdura.

Gracias a esta materia prima vegetal, las bolsas son biodegradables, o sea que pueden descomponerse por la acción de agentes biológicos como microorganismos, bacterias y hongos, bajo condiciones ambientales naturales, sin dejar residuos tóxicos. Un proceso de biodegradación puede tardar años. Pero las bolsas que utilizamos son además compostables. El material del que están hechas se degrada biológicamente a la misma velocidad que la materia orgánica que se esté compostando y por supuesto, sin dejar residuos tóxicos. El compostaje es una técnica para transformar de forma más acelerada todo tipo de residuos orgánicos en lo que llamamos compost o mantillo. Se obtiene así un magnífico fertilizante natural que al mezclarse con la tierra se va asociando al humus y permite almacenar nutrientes en el suelo aumentando su permeabilidad y capacidad de retención del agua. Si las bolsas se compostan, se descompondrán totalmente sin dejar residuo alguno en unos 6 meses. Si no se compostan el tiempo para que se eliminen del todo es de 12 a 18 meses. Las propiedades de las bolsas biodegradables y compostables son las mismas que las de polietileno, tienen la misma flexibilidad y firmeza, son impermeables y resisten a la humedad. Pero su enorme ventaja ecológica es la reducción del impacto negativo sobre nuestro medio ambiente.

Recuerda: las bolsas vegetales son compostables y biodegradables, tíralas en el contenedor de residuos orgánicos. Los pequeños gestos cuentan.