Todos conocemos las recomendaciones de organismos internacionales y nutricionistas acerca del consumo de fruta y verdura. A estas alturas, ¿quién no ha oído decir que hay que comer 5 raciones al día?. Aún así, no siempre damos a estos productos el papel destacado que les corresponde en nuestra alimentación diaria. Hoy veremos con más detenimiento por qué las hortalizas son insustituibles en la dieta.
Las verduras no deben ser vistas como un mero acompañamiento o guarnición. Contienen nutrientes muy variados y necesarios para nuestro organismo, como son las vitaminas y las sales minerales, entre otros. La composición de los diferentes tipos de hortalizas es diversa y permite plantear una alimentación completa en términos cualitativos. Lo ideal es consumir la verdura lo más fresca posible, ya que el tiempo transcurrido desde la cosecha, junto con la exposición a la luz y al aire y las temperaturas elevadas destruyen rápidamente las vitaminas. Por otra parte, es importante consumir algunas raciones de verdura cruda (ideal ahora que viene el buen tiempo), puesto que la cocción en agua elimina buena parte de las sales minerales solubles. A parte de la patata, que contiene muchos hidratos de carbono, y de las legumbres, que aportan muchas proteínas, las verduras son en general poco energéticas debido a su alto contenido en agua. Son alimentos voluminosos y poco concentrados, con alto contenido en fibra, que tiene efecto saciante. Contienen celulosa, que no puede ser digerida por el ser humano y estimula los movimientos peristálticos que favorecen la digestión.
Riqueza natural
Tomada como entrante, la verdura estimula la secreción de jugos gástricos y salivares (prueba a dipear con verduras crudas), beneficiosos para las funciones digestivas. Los vegetales también son ricos en ácidos orgánicos (oxálico, cítrico, málico, tartárico…), que tienen efectos desintoxicantes y diuréticos. Las hortalizas también aportan al organismo buena parte del agua que necesita diariamente.
Para conocer un poco mejor la riqueza natural de la verdura, mencionaremos aquí las que más minerales y vitaminas contienen:
- Guisantes, alcachofas, alubias y brócoli tienen mucho fósforo.
- Espinacas, acelgas, guisantes, remolacha y ajo, son ricos en hierro.
- Por su contenido en calcio destacan la acelga, el brécol, el puerro, la espinaca y la cebolla.
- Para la vitamina A (carotenos), hay que recurrir a la zanahoria, la calabaza, el tomate maduro y la espinaca.
- Vitamina B en Patatas, ajo, espárragos, alubias y coliflor.
- Y por su riqueza en vitamina C, brócoli, pimiento, repollo y nabo.
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