Contento como un guisante
Redondos, pequeñitos, frescos y dulces, casi parece que te sonrían. Los Guisantes ecológicos de nuestro huerto ya están aquí. Da alegría sólo verlos. La temporada es breve así que conviene disfrutarla al máximo. Porque no hay nada que ponga tan contento como saborear un guisante fresco.
Los guisantes saben cómo mejorar nuestro estado de ánimo. Será por su sabor, por su ternura, por su color verde esperanza, por la vitamina B o por todo a la vez.
Tradicionalmente se han considerado un antídoto para alejar los “malos pensamientos”. La razón científica es que son muy ricos en vitaminas del grupo B y ácido fólico, específicas para el buen funcionamiento del sistema nervioso. La falta de ellas provoca la aparición de síntomas de depresión o de mal humor. Por esto, comer guisantes es una forma deliciosa de ayudar a superar los nervios, la ansiedad y nos ayuda a mantener un estado de ánimo positivo.
Los guisantes, a pesar de ser diminutos, tienen grandes propiedades beneficiosas para nuestra salud. Ayudan a mejorar la circulación y a controlar los niveles de azúcar de la sangre, reducen el colesterol, son ricos en antioxidantes y tienen efectos diuréticos y laxantes. Según la medicina tradicional china, contribuyen a armonizar la digestión y ayudan al hígado a trabajar bien.
También aportan una alta dosis de fibra y proteínas, contienen un 78% de agua, hidratos de carbono y minerales como el potasio, fósforo, calcio, sodio e hierro.
Y es que además, ¡están tan buenos! Nunca pensaríamos que algo tan pequeñito pudiera darnos tantos beneficios. En el blog os enseñamos una receta clásica y deliciosa: Guisantes con jamón y huevo. Pero lo esencial en la receta, que es lo que marca la diferencia, es la calidad de los guisantes frescos de nuestro huerto. A esto le añades un buen jamón serrano y unos huevos ecológicos, ¡y ya tienes la receta perfecta!