La hidratación en verano es fundamental para pasar la temporada de calor sin perder los minerales de nuestro organismo.
El 60% de nuestro cuerpo es agua, por este motivo es sumamente importante tener una buena hidratación, y más en verano que debido a las elevadas temperaturas nuestras necesidades aumentan. Para conseguir una hidratación saludable se recomienda el consumo de al menos 2 litros de agua al día, o entre unos 8 y 10 vasos diarios.
Ahora en los meses de verano es mucho más fácil ya que esta ingesta la podemos distribuir en:
- Agua: debería ser la bebida principal durante las comidas ya que no aporta calorías y quita la sed. Recuerda que la temperatura adecuada de consumo deberían ser entre los 10 y 12 ºC.
- Zumos naturales: preferiblemente de fruta y recién preparados, ya que los zumos comerciales aportan azúcares de los que podemos prescindir. Un buen licuado a base de plátano, kiwi y sandía nos aportará gran cantidad de agua pero también vitaminas y los minerales que se pierden en verano debido al sudor.
- Cremas frías de frutas y verduras: ¿a quién no le apetece un buen gazpacho o una sopa fría de Sandía? Es la sopa preferida en verano, llena de antioxidantes naturales que nos protegen de los efectos dañinos del sol y además nos refresca.
- Polos caseros: podemos preparar para los más pequeños unos polos caseros sin azúcar a base de zumo natural. Debemos tener el recipiente adecuado o algún artilugio preparado para hacer los polos (por ejemplo el recipiente limpio del petit suisse al que le colocaremos un palo). Preparamos el zumo, por ejemplo de melocotón, sandía o melón. Lo diluimos a la mitad con agua y lo ponemos en los recipientes para el congelador. Al cabo de unas horas estarán listos y tendremos para los más pequeños la manera más cómoda de tomar fruta e hidratarse al mismo tiempo.