Por supuesto, ya has oído hablar mucho sobre la fast food o la comida rápida, pero, ¿sabes lo mismo sobre su opuesto? La slow food nos trae de vuelta el placer de degustar el sabor y la calidad de la comida sin prisas.
Ya has escuchado hablar de ella en el famoso programa de MasterChef, pero, ¿quieres saberlo todo sobre la slow food o la comida lenta? Pues, ¡no te pierdas este post! En Disfruta y Verdura te damos las claves de este movimiento culinario
Qué es la slow food
Estamos acostumbrados a que las prisas hagan parte de nuestro día a día hasta llegar al punto de crear un concepto de comida acorde con nuestra acelerada rutina: la fast food.
¿Cuántas veces cambiamos la posibilidad de disfrutar de una buena comida casera por una hamburguesa rápida con múltiples calorías? Con el fin de dar respuesta a este concepto nos encontramos con la slow food, que te permite disfrutar de nuevo de la comida lenta, deleitándote con el sabor y la calidad de los productos.
La iniciativa nació de la mano de Carlo Petrini en 1986. Actualmente Slow Food ya son una asociación con más de 100.000 socios y con presencia en más de 160 países de todo el mundo.
Comida casera y saludable
Tal y como puedes imaginar, en este concepto no entran los típicos platos de comida rápida. En este caso disfrutarás de deliciosas comidas caseras, así como de suculentas recetas típicas de las que disponemos y que no siempre explotamos por tener al tiempo en nuestra contra. Como no podía ser de otra forma, los productos ecológicos y saludables son los grandes protagonistas de este movimiento.
Un cambio social
Por supuesto, lo más destacable del movimiento slow food son los productos que usan y el concepto de comida en sí, pero aún hay mucho más. Así, la comida lenta también tiene como fin cambiar nuestra mentalidad y perspectiva. Nos pasamos los días corriendo, comiendo a nuestro paso, con prisa y, a veces, incluso trabajando, de forma automática, sin dejarle al tiempo al paladar de deleitarse con los sabores de lo que estamos ingiriendo.
La slow food buscar romper con esta rutina y traernos de vuelta al placer de las comidas, permitirnos de nuevo sentarnos tranquilos a disfrutar de esta importante parte del día. Sin televisión, sin agobios, sin prisas. Si estás en compañía, optarás por una buena conversación y, si estás solo, volverás encontrarte con el placer de tu propia compañía en paz, con harmonía.
¿Ya te has sumado al movimiento de la slow food? ¡Cuéntanos tu opinión!