La huerta de Disfruta & Verdura tiene una situación ideal para el desarrollo de muchos cultivos. En el huerto los inviernos son suaves y los veranos las temperaturas no son extremas, cosa que las plantas agradecen. Tenemos, además, un gran pinar que protege a los cultivos de los fuertes vientos que soplan a veces. Otro de nuestros puntos fuertes es que en la zona hay mucha agua y tenemos un gran pozo que abastece a toda la finca.
Entre los tesoros vegetales que produce nuestra huerta en invierno, podemos destacar las coles y coliflores. Son sensibles al frío (responden mal cuando se llega a 0º) y también al calor (a más de 26º no forman cogollo). Se dan muy bien aquí por el clima templado, la abundancia de agua y los suelos arenosos, que evitan el encharcamiento.
En nuestra huerta cultivamos distintas variedades de col (picuda, rizada, kale, lombarda,…) y coliflor (blanca, brócoli, romanescu,…) que no se encuentran en todas las tiendas. Son alimentos saludables, versátiles en la cocina y tienen excelentes propiedades nutritivas. El principal componente es el agua, lo que, acompañado del bajo contenido que presenta tanto de hidratos de carbono y proteínas como de grasas, la convierte en un alimento de escaso aporte calórico. Se considera buena fuente de fibra, así como de vitaminas y minerales (vitaminas A y B6, ácido fólico, calcio… ).
La mejor forma de conservarlas para no perder sus cualidades nutricionales y organolépticas es en el frigorífico, envuelta en una bolsa de plástico perforada. Además, es aconsejable no lavarlas hasta el momento en el que la vaya a consumir. Las forma más saludable de prepararlas son o bien al vapor, hervidas o en forma de puré ya que en estas condiciones es más fácil de digerir y aconsejable para todas las personas. También pueden consumirse crudas en ensalada, fritas, asadas, estofadas, rebozadas, gratinadas o preparada con distintas salsas. También acompañan bien a otros platos como legumbres, arroz o pasta, pescados o como ingrediente de una menestra de verdura.
Consejo: Algunas coles y coliflores tienen un olor muy intenso debido a que tienen compuestos azufrados. En las hortalizas crudas, estos compuestos están unidos al azúcar y se hacen inodoros. Pero cuando los tejidos de las plantas son dañados o se calientan, se producen nuevos compuestos de azufre con un fuerte olor. Un tuco para evitarlo es cocinarlos en la olla con agua y sal y en taparla desde el principio poniendo encima de la tapa medio limón con la parte cortada pegando a la tapa. Otro truco es cocerlas con comino o hinojo.
¡Disfrútalas!